EUROPA
PRESS
29 enero
2021
La
obesidad puede agravar los efectos del Alzheimer
Una nueva investigación de la
Universidad de Sheffield (Reino Unido) ha descubierto que el sobrepeso es una
carga adicional para la salud del cerebro y puede agravar la enfermedad de
Alzheimer.
Este estudio pionero de neuroimagen multimodal, publicado en
la revista científica 'Journal of Alzheimer's
Disease Reports', reveló
que la obesidad puede contribuir a la vulnerabilidad del tejido neural,
mientras que mantener un peso saludable en la demencia leve de la enfermedad de
Alzheimer podría ayudar a preservar la estructura cerebral. Los resultados
también ponen de manifiesto el impacto que el sobrepeso en la mediana edad
podría tener en la salud del cerebro en la tercera edad.
"Se cree que más de 50 millones de personas padecen la
enfermedad de Alzheimer y, a pesar de décadas de estudios pioneros y de un
enorme esfuerzo de investigación a nivel mundial,
todavía no tenemos una cura para esta cruel enfermedad", reflexiona la
autora principal del estudio, la profesora Annalena Venneri.
La prevención desempeña un papel muy importante en la lucha
contra la enfermedad. Este estudio no demuestra que la obesidad cause el
Alzheimer, pero lo que sí muestra es que el sobrepeso es una carga adicional
para la salud del cerebro y puede agravar la enfermedad".
"Las enfermedades que causan demencia, como el
Alzheimer y la demencia vascular, se esconden en el fondo durante muchos años,
por lo que esperar hasta los 60 años para perder peso es demasiado tarde.
Tenemos que empezar a pensar en la salud del cerebro y en prevenir estas
enfermedades mucho antes". Es vital educar a los niños y adolescentes
sobre la carga que el sobrepeso tiene en las multimorbilidades, incluidas las
enfermedades neurodegenerativas", añade la científica.
En su trabajo, los investigadores examinaron los escáneres
cerebrales por resonancia magnética de 47 pacientes con diagnóstico clínico de
demencia leve de la enfermedad de Alzheimer, 68 pacientes con deterioro
cognitivo leve y 57 individuos cognitivamente sanos. El novedoso estudio
utilizó tres técnicas computacionales complementarias para observar la anatomía
del cerebro, el flujo sanguíneo y también las fibras del cerebro.
El equipo comparó múltiples imágenes cerebrales y midió las
diferencias en las concentraciones locales de los tejidos cerebrales para
evaluar el volumen de la materia gris (que degenera durante la aparición del
Alzheimer), la integridad de la materia blanca, el flujo sanguíneo cerebral y
la obesidad.
En los pacientes con demencia leve, se encontró una
asociación positiva entre la obesidad y el volumen de materia gris alrededor de
la unión temporoparietal derecha. Esto sugiere que la
obesidad podría contribuir a la vulnerabilidad neuronal en individuos cognitivamente
sanos y en aquellos con deterioro cognitivo leve.
El estudio también descubrió que mantener un peso saludable
en la demencia leve de la enfermedad de Alzheimer podría ayudar a preservar la
estructura cerebral en presencia de la pérdida de peso relacionada con la edad
y la enfermedad.
"La pérdida de peso suele ser uno de los primeros
síntomas en las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer, ya que las
personas se olvidan de comer o empiezan a picar alimentos fáciles de agarrar,
como galletas o patatas fritas, en lugar de comidas más nutritivas. Descubrimos
que mantener un peso saludable podría ayudar a preservar la estructura del
cerebro en personas que ya sufren una demencia leve de la enfermedad de
Alzheimer. A diferencia de otras enfermedades, como las cardiovasculares o la
diabetes, la gente no suele pensar en la importancia de la nutrición en
relación con las afecciones neurológicas, pero estos resultados demuestran que
puede ayudar a preservar la estructura cerebral", concluye otro de los
autores de la investigación, Matteo De Marco.